JACK Y LAS HABICHUELAS MÁGICAS
Érase una vez un niño llamado Jack que vivía con su madre viuda en una pobre choza a las afueras de la ciudad. Un día la madre le dijo a Jack que fuera a la ciudad a vender la única vaca que tenían para así poder comer durante un tiempo pero el pequeño se cruzó con un extraño hombre que le convenció para que le cambiara la vaca por unas habichuelas “mágicas”. En cuanto la madre vio lo que había traído felizmente su hijo, rompió a llorar y arrojó las habichuelas por la ventana, de manera que cayeron dispersas por la tierra. Al día siguiente, Jack descubrió que en efecto eran unas habichuelas mágicas pues éstas habían crecido de una forma asombrosa…el tronco se perdía de vista entre las nubes. El niño empezó a trepar hasta llegar a un asombroso castillo donde habitaba un gigante…Jack pudo ver que esta malvada criatura poseía una gallina que ponía huevos de oro y decidió robársela sin que se diera cuenta. Madre e hijo disfrutaron inmensamente del dinero que recibían por los huevos hasta que la gallina murió y Jack tuvo que volver a subir a la parra. En esta ocasión lo que encontró el niño en el castillo fue un bolsón de cuero donde el gigante guardaba sus monedas y que le robó cuando éste dormía plácidamente después de una comilona. Pero, como es bien sabido, el dinero pronto se gasta y Jack se vio subiendo nuevamente en busca de más riqueza…lo que vieron sus ojos fue un cofre mágico del cual salía una moneda cada vez que lo abrías. Cuando salió el gigante de la estancia, Jack cogió el cofre y se disponía a salir cuando una dulce música sonó: era un arpa mágica que tocaba sola…se acercó y trató de llevársela también pero cuando lo hizo el arpa entonó un grito de alarma que despertó al gigante y se percató del pequeño ladronzuelo. El niño corrió tronco abajo todo lo que pudo con el gigante pisándole los talones “ Madre, madre!! Alcánzame un hacha!!” gritó a la desesperada…y como era mucho más ágil que el gigante logró llegar antes y cortar el tronco, de manera que el gigante cayó y murió. Jack y su madre no tuvieron que preocuparse nunca más de su economía y vivieron felices.
Este cuento es de H.C. Andersen, lo he elegido ya que era uno de mis cuentos favoritos en mi infancia y me parecia adecuado conarlo como cuentacuentos.
No has hablado de cómo preparaste y cómo se desarrolló la actividad...
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